
La hermandad de la Reina de Todos los Santos ha concluido la restauración de la crestería y los candelabros del paso procesional, que ya se pueden ver en la iglesia de Santa Marina. Este templo alberga temporalmente a la cofradía mientras Omnium Sanctorum está en obras. Los trabajos, realizados por el restaurador Enrique Castellanos, han llevado un año y han abarcado piezas de los siglos XVIII y XIX, consideradas entre los elementos procesionales más destacados de Sevilla.
La cofradía ha detallado que en las esquinas traseras del paso, debido al deterioro de la madera original, se ha aplicado un revestimiento de estuco coloreado que será dorado tras la procesión de este año. Los cofrades ahora pueden observar de cerca el retorno de los detalles florales en las esquinas del paso, así como el dinamismo recuperado de los candelabros, característicos de las hermandades sevillanas. Para completar el conjunto, aún faltan la imagen de la Virgen, realizada por Roque Balduque en 1554, y dos grupos de santos del siglo XVIII, que se colocarán en el paso antes de la procesión programada para el domingo 10 de noviembre a las 18:00 horas, comenzando en la plaza del Señor de la Resurrección.


El recorrido de la procesión incluye varias calles del barrio, como San Luis, Feria, Cruz Verde y otras, hasta regresar al punto de partida alrededor de las 22:00 horas. Este proyecto de restauración se ha desarrollado a lo largo del año desde que la crestería y los candelabros fueron desmontados y llevados al taller de Castellanos. Aunque de momento no hay planes específicos, la hermandad ha indicado que los respiraderos y la peana del paso también requerirán restauración en el futuro.